¿Dónde están las ruinas de Chiang Mai?

Chiang Mai, 18-3-2012

Llegamos a Chiang Mai por la mañana y, una vez más, nos cuesta que el taxista entienda dónde queremos ir. Esta vez con razón, porque el hostal que buscábamos había cambiado de dueños y de nombre.

Chiang Mai es una de las ciudades más grandes de Tailandia, pero tiene más aspecto de pueblo que de ciudad: casas bajas con jardín, ambiente tranquilo y son pocos los vehículos que recorren sus calles.

Nada más llegar nos encontramos con una española que había estado una semana en un monasterio haciendo un vipasana. Básicamente consiste en pasar unos días de meditación e introspección en los que se supone que no debes hablar con nadie, ni escuchar música, ni leer, ni escribir... Solo meditar y estar contigo mismo. Conocemos a varias personas que lo han hecho y coinciden en que los primeros días son bastante duros, porque además se come muy poco (solo desayuno y comida) y no se puede fumar, pero también están de acuerdo en que es una experiencia muy positiva. ¡No descartamos hacerlo alguna vez!

Después de dormir un poco, ya que una noche en el aeropuerto no permite descansar demasiado, salimos a dar una vuelta y a comer. Por el camino comentamos que nos extraña no haber visto las ruinas que queremos visitar aquí. Habíamos leído en la guía que había otras en Sukothai, un poco más al sur, pero que no eran tan impresionantes como estas, las de... ¿cómo se llamaban? Abrimos la guía y ¡sorpresa! Las comparaba nada más y nada menos que con las de Ankor Wat, en Camboya. A nosotros, no se ni cuando ni por qué, se nos había metido en la cabeza que eran las de Chiang Mai, ¡pero no, con estos nombres raros no hay quien se aclare!
Bueno, no pasa nada, no hay ruinas pero hay templos. No vamos a ir ahora otra vez hacia el sur para ver Sukothai, ¿no? Bueno, vamos a mirar dónde trabaja la ONG que queríamos visitar, que sabemos que está por el norte, pero no sabemos exactamente dónde. Abrimos la web y, mira por donde, también está hacia el sur, cerca de Sukothai. Parece que al final tendremos que ir hacia el sur. Estas son las consecuencias de no planificar el viaje, pero tampoco nos importa demasiado.

Escribimos a la ONG y la misma tarde nos contestan y nos dicen que estarán encantados de recibirnos. ¡Estupendo! Sigo leyendo el email... "pero ahora los niños están de vacaciones, así que lo de visitar los colegios estará un poco complicado" Aquí ya nos da la risa. ¡Qué desastre! Pero que no cunda el pánico; lo que nos interesa es saber acerca de los refugiados birmanos, así que tampoco pasa nada porque los colegios estén cerrados. Veremos algo de Chiang Mai, de paso iremos a Sukothai, donde esperamos que estén las ruinas de verdad, y luego a Mae Sot.