Diario de viaje

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Saludos a todos los amigos y amigas de Buscando Waslala!!!

Hace ya mucho tiempo (sí, demasiado) desde la última vez que escribimos algo.

Hace dos años en estas fechas estábamos en la India felicitándoos con una versión de una canción de Amaral. El año pasado, en Colombia, hacíamos lo mismo con Celtas Cortos. Y este año, para alivio de todos, ¡no vamos a cantar! (oohhhhh...) Eso sí, no queremos dejar pasar la oportunidad de felicitaros en estas fiestas.

Hace ya dos semanas que volvimos a España, pero aún nos quedan un montón de cosas por contaros de nuestro viaje, así que próximamente publicaremos los post que escribimos en Bolivia y nuestros últimos días en Argentina. ¡No dejéis de leernos!

Hoy es el día. Hoy acaba nuestro viaje. Esta tarde subiremos a un avión que nos llevará de vuelta a España. Nos parece extraño que sea el último día. Nos hemos acostumbrado a esta vida. Han sido casi dos años de vida nómada, de aventuras, de amistad, de problemas, de tristezas y de alegrías. Más de 20 meses de experiencias que nos han cambiado la vida...

Hay lugares que te sorprenden y que te calan mucho más de lo esperado. Que te hacen sentir cosas que nunca antes habías sentido. Que te regalan paisajes increíbles, experiencias y momentos mágicos. Hay países como Argentina...

Son los últimos días del viaje. Esto se acaba. Comienzan a mezclarse recuerdos y sensaciones en mi cabeza. Lo que siento no es tristeza, es algo que solo se me ocurre llamar “nostalgia anticipada”.

Ahora sí que se acaba... Buenos Aires nos despide con su mercado de San Telmo, sus antigüedades y su tango.

Aún es es de noche cuando Darío y Tamara nos recogen en la puerta del hostal. El sueño y el frío me tienen medio atontada. Pronto entramos en calor con unos mates y algo de conversación. Miro por la ventana. Me despido mentalmente de las ballenas, del mar, de Puerto Madryn.

No teníamos claro si hacer la salida en barco para ver a las ballenas. Al final lo hicimos y pudimos verlas aún un poquito más cerca.

Nos sacamos una espinita que nos dejamos clavada en nuestro paso por la Patagonia: ver a las ballenas en Puerto Madryn. ¡Y no nos defraudan!