¿Cambiamos Colombia por Islas Galápagos y Chile?

Información
This post is categorized under...
Sections: 
Countries: 
Authors: 

Panamá, 25-11-2012

Nos levantamos temprano para no llegar tarde a nuestra cita con Miguel, el capitán del barco que va a viajar a Chile y que ayer nos llamó por sorpresa. Nos encontramos en un bar del muelle y comenzamos a charlar. Nos hace muchas preguntas, parece una entrevista de trabajo: quiere conocernos lo mejor posible antes de decidir si nos lleva con él o no. Luego nos habla de sí mismo: lleva 30 años navegando en un velero, el cual nos señala desde donde estamos. Normalmente viaja solo y le gusta viajar así, pero vio el cartel, leyó lo de nuestro proyecto y quería echarnos una mano. A continuación nos cuenta sus planes:

- Primero voy a ir a las Islas Galápagos, pararé allí unos días y luego iré hacia Chile, pero puede que pare en Ecuador, Perú... Hasta las islas es una semana de navegación, y luego un par de semanas más para llegar a Chile.

¡Las Islas Galápagos! Nunca habíamos pensado en ir allí, pero ahora que surge la posibilidad nos encanta la idea. Y lo de ir a Chile nos viene perfecto: Antonio, un buen amigo de Javi está trabajando allí. Podemos hacerle una visita, desde allí bajar a Argentina para visitar la Patagonia en el verano Austral, y luego ir subiendo por tierra. Pero aún no hemos hablado de los gastos.

- ¿Y cuánto tendríamos que pagarle? - le pregunta Javi.

- Nada, yo lo hago para ayudarles –contesta él con toda naturalidad.

- Y la comida... –insiste Javi.

- ¿Ustedes comen de todo? –pregunta Miguel.

- Sí, sí... -contesto yo que no acabo de creerme que tengamos tanta suerte.

- Entonces no se preocupen, yo compro la comida y todo lo que haga falta.

- ¡Aaah! ¡Que bien! -¡No nos lo podemos creer!

- Lo que ocurre es que estoy esperando que me envíen unos repuestos para el barco y tengo que hacer algunas reparaciones, así que no creo que pueda salir antes del 21 de diciembre –continúa Miguel.

Nos quedamos sin saber qué decir. Eso supone pasar un mes más en Panamá, pero ¡son las Islas Galápagos! ¡Y nos lleva hasta Chile sin pagar nada! Al ver nuestras caras confundidas, nos dice:

- No se preocupen, ustedes lo comentan y ya me dirán lo que han decidido.

De vuelta en el autobús, hablamos del tema. Yo no estoy muy convencida. Primero, porque es demasiado tiempo de espera. Segundo, porque después de mi mala experiencia en el barco en Nicaragua, pensar en un mes de navegación me da un poco de miedo. Pero miro a Javi y le veo los ojos iluminados como a un niño... y soy incapaz de decirle que no.

- ¿Entonces qué hacemos? - me pregunta con cara de “¡di que nos vamos con él, di que nos vamos con él!”.

- Bueno, supongo que podríamos esperar... –le digo yo haciéndome la interesante.

- ¿Seguro? ¿De verdad? - me dice Javi, feliz, y me abraza fuerte. Me encanta verle así...

Comentamos que podemos buscar un lugar barato para quedarnos y trabajar mientras tanto, así aprovechamos el tiempo de espera. Así que está decidido: esperaremos a que Miguel ponga a punto su barco y pondremos rumbo a Sudamérica.

Cuando llegamos a casa le contamos las novedades a Roger. Él nos dice que va a ir a casa de unos amigos a hacer un “asado” (lo que para nosotros sería una barbacoa) y nos invita a acompañarlo. ¡Aceptamos encantados! Hace tiempo que nuestra vida social es nula y echamos de menos este tipo de cosas.

Los amigos de Roger, Denis y Beatriz, son una pareja muy simpática. Tienen 3 hijos y trabajan haciendo piñatas. Pero no penséis en una piñata sencilla, como las que estamos acostumbrados. Las piñatas aquí son muy elaboradas. Tienen forma de personajes de dibujos animados y son muy elaboradas. Resulta que Denis es todo un artista, y no sólo con las piñatas. Hacia el final de la noche, nos cuenta que hizo una figura de Spiderman de tamaño natural para su hijo. Cuando lo saca para enseñárnoslo, nos deja con la boca abierta. Es enorme y está muy bien hecho. También nos muestra unos muñecos de Pocoyó que hizo para el último cumpleaños de su hijo pequeño.

La velada sigue entre conversaciones, risas y ron blanco, hasta que se hace tarde y volvemos a casa cansados pero muy muy contentos.