Chile protesta, Latinoamérica protesta... y España calla

Santiago de Chile, 5-6-2013

Durante nuestra estancia en Santiago tenemos ocasión de presenciar varias protestas en las calles. Perece que aquí, en chile, casi todos tienen sobrados motivos para protestar. A pesar de que la situación macroeconómica no es mala, las desigualdades sociales son enormes y van a más, como en casi todo el mundo. El país se inspira y pretende emular a EE.UU. Y parece que, al menos en lo que se refiere a las desigualdades, lo consigue.
Tan solo un par de anécdotas sobre el sistema social del país que nos llamaron la atención:

Los camareros no tienen apenas sueldo. Cobran algo simbólico y tienen que vivir de las propinas. Claro, así es normal que en muchos locales se vean carteles de “Se necesita camarero”. Si es gratis para el restaurante, pues cuantos más mejor, ¿por qué no? Siempre se ha dicho que el empresario gana dinero porque arriesga dinero y puede perderlo y que el empleado solo tiene su sueldo porque no arriesga. ¿Dónde está esa filosofía capitalista? Si hoy no viene nadie a cenar, tú, camarero raso, tampoco podrás cenar... ¡Que lástima!

Y luego están los jóvenes que meten tu compra en bolsas en el supermercado a cambio de una propina. Una noche hablando con Antonio le comento que nos extrañó ver eso y que yo no doy propina, que intento meter yo solito las cosas en las bolsas, que soy perfectamente capaz. Antonio me cuenta que son estudiantes y que así se pagan los estudios. Y lo que es más, dice que ¡a veces tienen que pagar algo al súper para que les dejen “trabajar” allí!

Yo no doy crédito... Antonio al principio lo ve como algo normal. Yo intento hacerle entender por qué lo veo una aberración. Están pidiendo una propina (o más bien una limosna) por algo que no necesito que hagan, y además tienen que pagar por ello. “De ahí a pedir limosna en la puerta, hay un paso”, le digo a mi amigo. Él me mira y asiente dándome la razón. Quizás soy demasiado purista pero, para mí, dar limosna a alguien con la excusa de que es para pagarse los estudios no es la solución. Prefiero ver a los estudiantes en las calles protestando que pidiendo limosna para estudiar porque un sistema educativo elitista los deja fuera del juego por no poder pagar.

Son tan solo dos anécdotas, pero dan una visión clara del tipo de sociedad neoliberal radical que se exporta desde EE.UU. Hacia eso vamos en España con las continuas reformas que se aprueban y que se imponen. ¿Veremos en unos años a nuestros estudiantes mendigando en los supermercados para poder ir a la universidad?

Por todos esos y otros motivos hay multitud de protestas casi a diario que bloquean el centro. Unas de las protestas más sonadas en los últimos años han sido las de los estudiantes chilenos. Justo antes de comenzar nuestro viaje las calles de Santiago estaban tomadas por miles de estudiantes que pedían una educación pública gratuita y de calidad. Parece que la lucha continúa ya que nos encontramos varios grupos de estudiantes en la plaza de armas.
Una noche, mientras cenábamos, le contábamos a Paola la situación de España, le hablábamos de la crisis y, sobre todo le contábamos que lo que más nos molesta es que parece que la gente casi no protesta, que lo aceptan todo con la cabeza gacha. O al menos esa es nuestra impresión. Ella nos dice que en Chile tienen muchos problemas pero que los chilenos sí que saben protestar.

Eso es algo que hemos visto en toda Latinoamérica: ¡cuando hay que protestar, se protesta! No hay más que ver los disturbios que nos recibieron en Panamá, el feroz bloqueo que sufrimos en Colombia y otras muchas situaciones que hemos vivido. Nada que ver con lo que ocurre en España, donde parece que solo los mineros conservan ese viejo sentido sindicalista de lucha.