Navidad, Navidad... ¿dulce Navidad?

Información
This post is categorized under...
Sections: 
Countries: 
Authors: 

Santa Fe de Antioquia, 25-12-2012

La verdad es que estas Navidades no  están resultando como esperábamos. Allá donde hemos ido siempre hemos conocido gente rápidamente, hemos hecho amigos en diferentes lugares de Panamá, ¡incluso en Capurganá nada más llegar! Pero después de 3 días aquí, seguimos más solos que la una y bastante aburridos.

 El pueblo es muy bonito: casas blancas, calles empedradas, una plaza llena de puestecitos de comida y artesanía, gente paseando... Es agradable sentarse en la terraza de uno de sus muchos bares y disfrutar de una “michelada” ¡un gran invento! Es cerveza (la mejor cerveza colombiana es Club Colombia, por cierto) mezclada con bastante zumo de limón. El borde de la jarra se moja y se recubre con sal. ¡Está buenísima! Esta receta nos la llevamos a España para cuando invitemos a los amigos a casa ;-)

Pero cuando llevas aquí un par de días ya no hay mucho que hacer. Pasear, tomar una cerveza... y por las tardes también está la opción de ir a ver las vaquillas en la pequeña plaza que han instalado en el parque. Sin embargo, decidimos quedarnos en este pueblo porque irnos ahora a Medellín sería una locura: si de normal esta ciudad es bastante cara, ¿qué puede costarnos un hostal en plenas fiestas navideñas? ¡Y eso si encontramos habitación, porque seguro que está todo lleno!. Además hemos encontrado un hostal mucho mejor y más barato que el de la primera noche.

Por otra parte, estoy mala del estómago por primera vez desde que pisamos América (¡increíble!), así que la Nochebuena no pinta muy bien... Además en estas fechas uno se pregunta ¿qué hacemos aquí? Con lo bien que estaríamos en casa con nuestra familia, nuestros amigos... En estos días tan señalados echamos de menos a nuestra gente más que nunca. Son los inconvenientes de llevar esta vida de viajeros.

Aunque, para no mentir, sí que tenemos algo de compañía en Nochebuena. Antes de cenar, nos dirigimos a nuestra habitación cuando vemos que la puerta de al lado está abierta y que dentro hay un chico tocando la guitarra.

- ¡Feliz Navidad! -digo al pasar por delante.

El chico y su novia (dos “punks” en toda regla) salen a saludarnos y enseguida nos ponemos a charlar. Se llaman Fernando y Luisa, son de Manizales, una ciudad del eje cafetero de Colombia, y están unos días viajando y sacando algo de dinero con la música y vendiendo pulseras. Como nos caemos bien mutuamente, quedamos en tomar algo después de cenar. ¡Qué bien, tenemos amiguitos!

Quedamos en encontrarnos luego y salimos a cenar. Como es una noche especial tiramos la casa por la ventana y comemos filet mignon en salsa de champiñones. Puede parecer una tontería pero pedir esto en un restaurante nos parece un auténtico lujo a estas alturas del viaje. Completamos la cena con una botella de vino blanco chileno que Javi compró en Panamá para bebérnosla en el barco (cosa que no pudo ser teniendo en cuenta que bastante mareada estaba yo con el movimiento del barco). Así que hoy la traemos bajo el brazo. No creemos que aquí nos cobren el descorche...

Cuando estamos acabando de cenar nos llaman nuestros nuevo amigos y nos encontramos con ellos en la plaza del pueblo. Han traído la guitarra y otra botella de vino, y nos vamos con ellos a un parque a charlar y a cantar. Poco a poco nos van contando sus vidas.

- Yo ya no fumo porque sólo tengo un pulmón -nos dice Johan.

- ¡Vaya! ¿Qué te pasó? -pregunta Javi.

- Es que me dieron una puñalada y me lo tuvieron que quitar -responde Fernando como si nada.

- … ah -decimos los dos casi a la vez.

No es que nos importe demasiado, no gusta conocer a todo tipo de gente. Pero la cosa va a más.

- Ahora, desde que estoy con ella, estoy mucho mejor -dice Johan pasándole el brazo por los hombros a Luisa. - Yo antes tomaba mucho alcohol, y muchas drogas también. Hubo una temporada que me bebía hasta el alcohol de quemar y tomaba crack. Y luego siempre me ponía agresivo, tenía problemas... Pero ahora ya no tomo drogas ni alcohol, sólo vino o cerveza, así como hoy.

Bueno, nos alegramos por él. Ojalá siga así de bien. Un rato después, Javi se va con Fernando a comprar otra botella de vino y yo me quedo con Luisa. Se la ve una chica muy tranquila, me cae bien. Hablamos de vanalidades hasta que vuelven los chicos. Luego Javi me contará que por el camino Fernando le ha contado otra parte de su vida:

- A veces al tocar la guitarra me duelen estos dedos porque me cortaron los tendones y no puedo moverlos bien -le dijo Fernando.

- ¿Y como fue eso? -preguntó Javi sin saber si quería saberlo.

- Pues me intentaron degollar y yo puse la mano para que no me cortaran el cuello. Me cortaron los tendones de los dedos y 3 cuerdas vocales pero me salvé -le contestó Fernando como si nada.

… ah -volvió a decir Javi.

Seguimos tocando la guitarra y cantando. A pesar de todos sus problemas físicos, Fernando toca y canta de maravilla y pasamos un buen rato. Hasta que, de repente, Luisa se levanta. Parece que está cansada y se quiere ir. Cruzan unas palabras entre ellos y Luisa empieza a caminar hacia el hostal. Él se queda hecho polvo y se pone a llorar. Yo intento calmarlo un poco. Nos dice que no la entiende, que no sabe por qué hace eso... Pero en ese momento Luisa vuelve y se pone a la defensiva:

- ¿Qué pasa? ¿Qué está diciendo de mí?

- Nada, sólo está triste porque te querías ir...-le digo, situándome frente a ella.

Pero para ese momento JFernando también está enfadado y Javi intenta tranquilizarlo mientras yo sigo hablando con Luisa. Tras un rato de terapia  parecen calmarse y decidimos volver al hotel.

Volvemos primero Luisa y yo, mientas Javi va con Johan a comprar más vino. Por el camino ella me cuenta que realmente ya no quiere estar con él, que está cansada, que un par de veces le ha pegado... Javi vuelve y el ambiente cada vez está már raro. Esto cada vez me gusta menos y a Javi también. Así que poco al poco rato nos despedimos y nos vamos a dormir.

Entonces Javi me cuenta la última entrega por fascículos de la vida de Fernando:

- Este tío es chungo eh... -me dice Javi ya en la habitación- Cuando hemos ido a comprar el vino me ha contado que estuvo cinco años en la cárcel por intento de homicidio y que estuvo en su día fue sicario de una banda.

- ¿Y que has dicho tú? -le pregunto.

- Le he dicho: pues ya has tenido suerte de llegar a los 30... Si todavía estás vivo pienso que deberías plantearte la suerte que tienes ¿no te parece? Creo que haces bien queriendo cambiar de vida.. espero que lo consigas.

A eso de las tres de la mañana nos despiertan unos gritos. Son Fernando y Luisa discutiendo. Estoy atenta a ver qué pasa, tal vez tengamos que llamar a la policía. Pero al poco cesan la pelea y me duermo de nuevo, eso sí, con una sensación de preocupación que no me deja descansar demasiado bien. A la mañana siguiente, cuando nos levantamos, su habitación está vacía. Ya se han ido. Y tal vez sea mejor así. Los dos tenemos una sensación desagradable. No por la historia de Fernando, sino por la pelea que escuchamos los dos y por un sentimiento de que esta pareja lo va a tener muy difícil para salir adelante, ya sea juntos o separados.

Lo más divertido de estos días ha sido la vídeo-felicitación navideña que hemos hecho para nuestras familias y amigos.  El año pasado ya destrozamos una canción de Amaral adaptando la letra y este año hemos hecho lo mismo con otra de los Celtas Cortos. La “única” diferencia es que este año hemos realizado la grabación en la calle, o en la plaza del pueblo, para ser más exactos. ¡Cada vez tenemos menos sentido del ridículo!

El día de Navidad tampoco es mucho mejor que la Nochebuena. Yo hablo con mi familia por skype, pero Javi ni eso. Él habló con ellos anoche y hoy no está para videoconferencias. El aguardiente antioqueño (que es como nuestro anís pero más fuerte) que tomamos anoche le ha pasado factura y tiene una resaca horrible. “¡¡Que horror” ¡No bebo más!”, me dice de vez en cuando. Debe ser una de las mentiras más repetidas en estas fechas...

Esta Navidad, de dulce ha tenido poco.