Otro concurso (pero de traslados)

Medellín, del 25-1 al 1-2-2013

¡Qué estrés hemos pasado estos últimos días! Ya casi hemos acabado con las entrevistas, a falta de una y de grabar unos recursos o imágenes para complementar los vídeos. Y ahora que nos estábamos liberando de trabajo hemos tenido que empezar con otra historia: el concurso de traslados. A ver si podemos explicar en que consiste de una forma sencilla:

Los dos años anteriores a nuestro viaje estuvimos trabajando en la zona sur de Alicante, a más de dos horas de Valencia, que es donde están nuestra familia y amigos. Estábamos allí porque el destino de los profesores, o de los funcionarios en general, suele depender de los años de antigüedad en el cuerpo y cosas como cursos, títulos, publicaciones, etc. Esto provoca que los primeros años de trabajo uno suela estar lejos de su casa para ir acercándose poco a poco, si se tiene suerte.

Aunque durante este tiempo de viaje estamos en una especie de permiso sin sueldo, podemos seguir pidiendo destino para acercarnos a Valencia. Justo antes de salir yo conseguí que me dieran un destino considerablemente más cercano a Valencia, pero Javi se quedó “en el exilio” y tiene que seguir pidiendo destino cada año en el concurso de traslados. La idea es que cuando volvamos podamos vivir relativamente cerca de Valencia y, lo más importante: ¡juntos!

Acabando de arreglar el asunto, a mí me suprimieron mi nueva plaza, que aún no había ni estrenado, debido a los recortes en educación que, según nos dicen, no afectan a la calidad educativa. Y es que suprimir a la única profesora de Pedagogía Terapéutica que comparten dos pequeños colegios de montaña en el interior de Valencia no afecta a la calidad educativa... para nada. Finalmente no nos vino mal del todo porque, al estar yo en este limbo, se me permite elegir plaza año a año antes que a todos los demás hasta que vuelva a tener la plaza que me quitaron, cosa que no va a suceder en mucho tiempo. En una pequeña compensación de la administración por los inconvenientes causados y eso me permite elegir cada año el lugar donde esté Javi.

Resumiendo, este asunto de elegir destino para Javi, que parece tan sencillo, no lo es. Hay que ordenar por orden de preferencia cientos de poblaciones en las que probablemente no habrá ninguna plaza pero hay que hacerlo porque nunca se sabe. Esto nos lleva varios días de consultar en Internet información sobre cada pueblo de la Comunidad Valenciana, ya que querríamos vivir en un pueblecito tranquilo cuando volvamos. Aprendemos mucha geografía pero lleva mucho tiempo. Tanto que nos hemos pasado así casi una semana... Pero al final lo conseguimos: media hora antes de que acabe el plazo presentamos la solicitud.

Y, acabando con esto, hemos empezado a ir de médicos. Después de la caída tonta que tuve en Panamá hace más de un mes sigo con molestias en el tobillo. Al andar en llano no hay problema, pero cuando tengo que bajar una rampa, escaleras o cualquier movimiento en el que tenga que estirar el empeine... ¡Uf! ¡Qué dolor! Además, queríamos hacer algo de montaña y con el tobillo en estas condiciones no es muy recomendable. Finalmente hemos tenido que ir varias veces al médico, hacerme radiografías, etc. Parece que es un problema de ligamentos y ayer me hicieron una infiltración para ver si mejora.

De momento no ha ido muy bien: hoy me duele incluso al andar en llano. Me dijo el médico que era normal, pero justo ahora que nos hemos quitado trabajo de encima y queríamos salir un poco el fin de semana, resulta que tampoco podemos hacer nada. ¡Habrá que tener un poco de paciencia!