Reconociendo el terreno

Información
This post is categorized under...
Sections: 
Countries: 
Authors: 

Delhi, 11-11-2011

Poco a poco nos vamos animando a salir solos. Las calles estrechas, sucias y polvorientas que el primer día nos parecían un peligroso laberinto empiezan a resultarnos familiares.

Por la tarde decidimos ir al centro para cambiar dinero urgentemente, ya que sólo nos quedan unas pocas rupias y por el barrio no hay ningún sitio donde hacerlo.

Cogemos un rickshaw hasta la estación y, cuando llegamos al metro... ¡no nos queda suficiente dinero para comprar los billetes! Menos mal que encontramos a otra persona amable que nos hace un “descuento” y nos deja pasar por unas rupias menos. En el trayecto del metro conocemos a Abishek, un estudiante de español que nos invita a la fiesta de aniversario del Instituto Cervantes, en el que estudia. Pasamos un buen rato hablando con él, comiendo tortilla de patata y escuchando música española. ¡Incluso cantando canciones de Nino Bravo! Si no fuera tan solo el segundo día de viaje seguro que nos habríamos emocionado escuchando “Un beso y una flor”.

Fuera nos espera la cara más triste de la India. Niños despeinados con la carita sucia y las camisetas rotas, ancianas encorvadas, hombres discapacitados en las escaleras del metro... Pero lo peor es ver, apoyadas en las columnas de la plaza, a dos niñas embarazadas. No tendrán más de 12 ó 13 años. Una de ellas tiene la mirada perdida, como si estuviera drogada... tal vez lo esté. La otra es vigilada de cerca por un hombre, que posiblemente la obligue a estar allí y se quede parte del dinero que recoja. Al verlas resulta muy difícil no acercarse a darles algo, pero sabemos que de esa manera lo único que conseguiríamos sería potenciar ese tipo de mendicidad y cada vez habría más niñas embarazadas en las columnas de Connaught Place.