Últimos días en Nicaragua

Información
This post is categorized under...
Sections: 
Countries: 
Authors: 

Managua, del 19 al 25-10-2012

Una vez más, nos quedamos en Managua más de lo previsto. Queremos dejar preparados post y fotografías y cambios en la web, tenemos que comprar algunas cosas y decidir cómo y por dónde continuar nuestro camino.

Entre unas cosas y otras, también pasamos tiempo con Andrés, el marido de Adelaida. Ella se volvió a España y él se ha quedado porque tiene trabajo aquí. Está construyendo unas casas muy originales. Son antisísmicas y están hechas con un sistema patentado por él mismo. Andrés tiene nostalgia de otros momentos de su vida en los que ganaba mucho dinero y vivía con todas las comodidades, aunque dice que ahora ya no necesita tanto.

- Yo sólo quiero que esto salga bien, construirme una casa en Corn Island y retirarme – nos dice varias veces.

La verdad es que no tenemos mucho en común con Andrés (aparte de que a nosotros también nos gustaría tener una casa en Corn Island), pero es un hombre agradable, nos da la impresión de que es buena persona. El sábado nos llevó al malecón y nos invitó a comer en un restaurante español. ¡Imaginad nuestra cara cuando vimos en el menú que había paella! No era como las de mi padre, por supuesto, pero estaba bastante buena. De hecho nos recordaba bastante a la paella que hacen en Alicante. Más tarde tiene que ir a ver a un amigo y nos lleva con él.

Esta pareja que vamos a ver es bastante curiosa. Mi amigo tiene 74 años y su mujer tiene 26. Os lo digo para que no metáis la pata.
Hace bien en avisarnos, porque de lo contrario lo más probable es que le hubiéramos preguntado si era su hija o su nieta. Nos explica que son una buena pareja, que se quieren mucho y que hace unos meses él tuvo una embolia y ella lo cuidó muchísimo y no lo dejó solo ni un momento. Aún así, la verdad es que nos suena un poco raro... demasiada diferencia de edad.

Sin embargo, en cuanto los conocemos nos damos cuenta de que Andrés tenía razón. Son una pareja encantadora. Él es un hombre mayor, pero muy alegre y conversador. Ella es una chica sencilla y muy simpática, y está acabando los estudios de derecho. Si no nos paramos a pensar en la diferencia de edad, se les ve una pareja como otra cualquiera. Mejor dicho, mejor que a muchas que tienen la misma edad. Cuando nos damos cuenta, han sacado una botella de ron y han encendido la barbacoa para hacer unos chorizos. Cuando nos despedimos, les decimos lo que pensamos: que son una pareja encantadora y que ha sido un placer conocerlos.

En cuanto llegamos al hotel nos vamos a dormir. Y el domingo, para comer bocadillo de jamón con pimientos y para cenar tortilla de patata hecha por nosotros ¡Fin de semana español!

El resto de los días van pasando con la rutina habitual: desayuno, trabajo, comida, trabajo, cena, charla con Andrés y película en el ordenador.

Hasta que nos decidimos a comprar el billete de autobús con el que empezaremos nuestro recorrido hacia sudamérica. Como Javi ya ha estado en Costa Rica, yo no tengo especial interés en conocerlo y además es un país bastante caro, simplemente lo atravesaremos hasta llegar a Panamá, donde tenemos previsto pasar unos días en los que visitaremos su famoso canal e intentaremos que nos reparen la cámara de fotos.