Managua

La ciudad

Puede que Managua sea una de las capitales más feas que hayamos visto. Los terremotos la han destruido en varias ocasiones y el triste resultado es una ciudad deslavazada, sin apenas edificios históricos, sin un centro definido. Además es bastante peligrosa, sobre todo por la noche. Para nosotros, una visita totalmente prescindible. Nosotros estuvimos aquí mucho tiempo porque estuvimos enfermos, nada más.

Dónde dormimos

Casa Gabrinma – Los españoles

  • Precio: 20 $. Habitación doble con baño privado.
  • Contacto: del Tica Bus, 1 cuadra al sur y media cuadra al este. Bolonia. Telf. 22226650
  • Opinión: muy cutre y lleno de telarañas. Carísimo en relación calidad-precio. Los dueños un poco raros.

Hostal Dulce Sueño

  • Precio: 16 $ habitación doble con baño privado. (nosotros la conseguimos por 13 $ porque nos quedamos mucho tiempo y regateamos todo lo que pudimos)
  • Contacto: del TICA BUS, 75 varas arriba. Zona Bolonia. Telf. 22284125 / 84240272
  • Opinión: muy limpio y tranquilo. Tiene una terraza arriba con hamacas y mecedoras y otra terraza abajo con plantas, una mesita, mecedoras, televisión... Se pude usar la cocina (que es abierta) y la nevera. El dueño y la encargada son agradables. Estuvimos muy a gusto.¡Fue lo que nos salvó de morirnos de asco durante nuestra larga estancia en Managua!

Dónde comimos

  • Comedores: en la zona de Bolonia hay varios "comedores" (restaurantes) tipo buffet: vas diciendo lo que quieres y te cobran según lo que hayas pedido. Se puede comer muy bien desde 60 córdobas (unos 2 €) El más económico es el Comedor Flora.
  • El viajero: es un poco caro, pero cierra tarde, por lo que es una buena opción para cenar.
  • Pollo Estrella: es una cadena tipo Kentuky. Para salir del paso no está mal.
  • Nos muy lejos de esta zona hay un gran centro comercial (Plaza Inter) donde se encuentra cualquiera de las cadenas de comida rápida que conocemos.

Qué vimos

Esta vez, casi nada. Hace 4 años fuimos a la Plaza de la Revolución, al malecón, a ver los restos de la Catedral... Ahora sólo fuimos al malecón.

 

Blog

El viaje de Managua a Panamá en bus es muy largo: unas 30 horas de camino, un cambio de bus, cruzar dos fronteras... pero atravesamos rápidamente toda Costa Rica, que es lo que nos conviene.
Al menos, según nos dicen, el autobús es cómodo, con aire acondicionado, televisión, baño, y está incluido el desayuno y la comida del segundo día. Lo que no nos dicen es que el aire acondicionado está permanentemente en temperatura “Polo Norte”, que las películas las quitan antes de que acaben y que el baño está cerrado con llave.

Una vez más, nos quedamos en Managua más de lo previsto. Queremos dejar preparados post y fotografías y cambios en la web, tenemos que comprar algunas cosas y decidir cómo y por dónde continuar nuestro camino.
Entre unas cosas y otras, también pasamos tiempo con Andrés, el marido de Adelaida.
Hasta que nos decidimos a comprar el billete de autobús con el que empezaremos nuestro recorrido hacia sudamérica.

Hemos estado unos días más en Managua. Aún teníamos que entrevistar a Erick, uno de los ex becarios de Escoles Solidàries que está estudiando en la universidad.
Y después ¡nos vamos a Ometepe! Estuvimos allí hace cuatro años con nuestros compañeros del PIEE y, además de que es un sitio precioso, fue el escenario de algunos momentos y conversaciones especiales entre Javi y yo. Jamás pensamos que volveríamos al mismo sitio en unas circunstancias tan diferentes.

Desde que llegamos a Managua Javi no se encuentra bien. Se siente muy cansado, con dolor de cabeza, malestar... Anoche tenía 39 de fiebre, lo que nos extrañó es que no tenía ningún otro síntoma: ni resfriado, ni problemas de estómago... nada, solo fiebre. Se me ocurrió buscar información en Internet y ¿qué encuentro? Que es el primer síntoma del dengue.

Nos levantamos en el hotel que encontramos anoche. Era tarde y no sabíamos ni dónde estábamos, por eso nos quedamos aquí, pero es caro, oscuro y sucio, así que vamos a buscar un sitio mejor. Aunque no queremos pasar aquí muchos días, nos gustaría encontrar un hotel más limpio ¡o más barato!
Luego nos reunimos con Raúl, presidente de ADEILS, la ONG local con la que trabaja Escoles Solidàries. Raúl viene a recogernos con el coche y nos lleva a su oficina para hablar de nuestro proyecto