Capurganá

La ciudad

Nos habían hablado maravillas de este lugar. Sin embargo, debido a que cuando llegamos hacía muy mal tiempo, el agua estaba sucia y revuelta, no había luz... la verdad es que no lo pudimos disfrutar demasiado. Es un pueblecito aislado del caribe colombiano al que sólo se llega en barco (suele ser punto de llegada o parada de los veleros que vienen desde Colombia) o en lancha rápida desde una ciudad llamada Turbo.

Dónde dormimos

Hospedaje El Descanso

Precio: 25.000 COP=13 € (regateando nos la dejó en 20.000 COP=10 €). Habitación doble con baño compartido.

Contacto: a orillas de la playa de los pescadores, antes de llegar al más conocido Hostal Marlin (un poquito más caro pero mejor que este).

Opinión: es un hostal familiar sencillo y agradable.

Dónde comimos

En la calle se pueden comprar empanadas, palitos de queso y cosas así por unos 1.000 COP (0'50 €).

Hay varios comedores donde el menú cuesta alrededor de 6.000 COP (unos 3 €) incluyendo un primer plato de sancocho (sopa con carne y verduras), un segundo plato (con arroz, ensalada, plátano frito y carne) y un vaso de zumo. A veces con un menú hemos comido los dos.

En los alrededores de la cancha/campo de fútbol hay una panadería pastelería donde también tienen café; es un buen sitio para ir a desayunar.

Qué vimos

  • La Coquerita: unas piscinas naturales situadas en la montaña, junto al mar. Hay que caminar aproximadamente 1 hora para llegar hasta allí, bordeando la costa. La entrada cuesta 2.000 COP (1 €).
  • El Cielo: una bonita cascada situada dentro de una finca y rodeada de naturaleza. Hay varias caídas de agua y el paseo hasta allí también es bonito (una hora y media de camino). También se paga una entrada, que aquí es de 3.000 COP (1,5 €)
  • También nos recomendaron visitar las playas de La Miel y El Aguacate, pero no fuimos.
  • A una media hora en lancha o una hora caminando está Sapzurro, otra pequeña población que para muchos es más bonita que Capurganá.

 

Blog

Puede parecer mentira, pero dos días después de dejar el barco, al levantarme todavía siento como si estuviera sobre el mar. ¡También es verdad que son las 6 de la mañana y eso no ayuda! Dos horas de lancha y nueve horas de bus después, llegamos a Santa Fe de Antioquia, donde dormimos en una caja de cerillas. ¿Exagerados? ¡Mirad la foto!

¡Por fin estamos en tierra firme! El viaje de tres días en barco ha tenido su encanto, pero hay que reconocer que tenía ganas de pisar un suelo que no estuviera todo el rato bamboleándose.
Mucha gente nos había dicho que Capurganá era un lugar precioso, impresionante... La verdad es que no nos parece que sea para tanto. Puede que influya que hace mal tiempo, el mar está muy revuelto, que estamos cansados y con sueño... Pero en los próximos días descubrimos algunos de sus bonitos rincones.