Bogotá

La ciudad

Bogotá es una enorme ciudad que a nosotros no nos dijo demasiado, la verdad. Tiene cosas interesantes, por supuesto, pero le falta encanto.

Dónde dormimos

Nuestro amigo Luis nos acogió en su casa, así que no podemos daros referencias de alojamiento. ¡Lo sentimos!

Dónde comimos

En casa de Luis, en el Centro Reyes Católicos (¡hacen comida española) o por la calle (un trozo de pizza, hamburguesa...)

Exceptuando el barrio de Santa Bárbara, donde todo es caro, se puede comer en la calle por unos 4.000 COP.

Mención aparte merece el restaurante español La Tasca de Sevilla donde Luis nos invitó a comer un día. Muy rico (pero también bastante caro)

También fuimos a ver (que no a comer, ¡este es aún más caro!) un local llamado Andrés D.C., en la Zona T. Es un local de 4 pisos: Infierno, Tierra, Purgatorio e Infierno, cada uno con una decoración diferente y original.

Qué vimos

    • El Jardín Botánico: bonito e interesante. Recomendamos hacer la visita guiada (incluida en los 3.500 COP de la entrada)
    • El Museo del Oro: mucha gente nos lo había recomendado, y la verdad es que vale la pena. Preguntad por las visitas guiadas gratuitas. Los domingos es gratis, los lunes está cerrado y el resto de días cuesta 3.000 COP.
    • El Barrio de La Candelaria: centro histórico de la ciudad
    • La Zona T: donde se encuentran muchos locales para salir de fiesta.
    • Monserrate: santuario situado en lo alto de una colina desde donde se ve toda la ciudad. Se puede subir en funicular o en teleférico (según las horas del día) o andando (es bastante pesado debido a la altitud: casi 3.000 metros)

    Blog

    En un solo día recogemos el paquete viajero, compramos los billetes de avión y emprendemos el viaje a Argentina. Llegar hasta allí nos costará un poco más... ¡son 49 horas de viaje!

    ¡Por fin! Después de tantos problemas, estamos listos para seguir nuestro camino.

    En estos días hubo un momento, breve pero importante para nosotros: conocimos en persona a Max Kirshberg, superviviente de Auschwitz. Por lo demás, seguimos disfrutando con la compañía de Luis y sus compañeros mientras esperábamos a que llegara el paquete viajero.

    El paquete viajero no llega, los vuelos han subido de precio, se nos acaba el tiempo máximo de permanencia en el país... ¡Qué ganas de superar esta etapa del viaje y seguir nuestro camino!

    Había una vez dos waslalitos que viajaron por las playas de Tailandia, las ciudades de la India y parte de Malasia con una mochila enorme que contenía en su mayor parte material de montaña que sólo utilizaron en Nepal, al final del viaje. Por eso, cuando emprendieron rumbo a América dijeron “¡No vamos a volver a cargar con todo esto! Dejémoslo preparado en España y que alguien nos lo traiga o nos lo envíe cuando nos acerquemos a los Andes, que es donde nos va a hacer falta”... ¡Error!

    Hace unos meses que mi amigo Luis está trabajando como profesor en el Centro Educativo y Cultural Reyes Católicos de Bogotá y, como sabía que andábamos por estas tierras, nos invitó a pasar unos días en su casa.